viernes, 10 de julio de 2009

Literatura felina: Saki


Los grandes logros del gato

Saki


El animal a quien los egipcios adoraban como a un dios, al que los romanos veneraban como símbolo de la libertad y que fue anatemizado por los europeos de la ignorante Edad Media, quienes lo tenían por un ser demoniaco, ha demostrado a lo largo de todas las épocas dos rasgos de carácter íntimamente mezclados: valor y  dignidad. Y aun en circunstancias menos propicias, el gato siempre se ha distinguido por ambas características.
Si enfrentamos a un niño, a un cachorro y a un gatito a un peligro inminente, el niño buscará ayuda instintivamente, el cachorro se humillará con abyecta sumisión ante la amenaza que se cierne sobre él y el gatito aprestará su minúsculo cuerpo para plantear una resistencia desesperada. Separemos a un gato amante del lujo del ambiente social acomodado en el que por lo general se las arregla para vivir y observémoslo con ojo crítico sometido a las circunstancias adversas de la civilización... de esa civilización que puede incitar a un hombre a degradarse hasta el punto de vestirse con ropas llamativas y obscenas y hacer cabriolas en plena calle como un saltimbanqui, todo para ganar un puñado de monedas que lo mantengan en el lado respetable y no delictivo de la sociedad. El gato callejero de los suburbios, muerto de hambre, rechazado por todos, acosado, se pasea en medio de la adversidad con ese andar de pantera, atrevido y libre, con el que antaño transitará por los patios de los templos tebanos, y sigue haciendo gala de esa actitud atenta e independiente de la que el hombre no ha logrado enseñarle a prescindir.
Y cuando sus artimañas y astutos manejos no le bastan para apartar de sí un destino inexorable, cuando sus enemigos resultan ser demasiado fuertes y numerosos para su capacidad defensiva, el gato muere luchando hasta el final, estremecido por la rabia ahogada de quien domina el arte de la resistencia y dando voz en su alarido de muerte a la queja amarga y agónica que los animales humanos también han lanzado muchas veces contra los altos poderes; la última protesta contra un destino que, pudiendo haberles concedido la felicidad, se la ha negado.

Tomado de: Las mejores historias sobre gatos. Editorial Siruela. Madrid, 2005.

4 comentarios:

Pulgamamá dijo...

A mi no me gustan los gatos, pero este texto me ha fascinado. Gracias por compartirlo. Amooo la palabra "saltimbanqui". Me da cosquillas. Por cierto, la foto esta muy buena.

Esteban Dublín dijo...

Hasta ahora había leído un cuento de Saki, muy bueno, por cierto. tal como este de esta extraña, pero divertida serie de Literatura Felina.

Esteban Dublín dijo...

Hasta ahora había leído un cuento de Saki, muy bueno, por cierto. tal como este de esta extraña, pero divertida serie de Literatura Felina.

Samuel Andrés Arias dijo...

Extranjera: Lo curioso es la cantidad de textos literarios que se han escrito sobre estos peludos seres. Es curioso, pero los gatos tienen una estrecha relación con la literatura más que otros animales. A propósito, tal vez no te gusten, porque vos sos medio felina, jejeje.