viernes, 12 de marzo de 2010

Poeta: Sabina y Páez


Me encantan estos dos músicos, cantantes, poetas... ¡monstruos! Ambos tienen una voz extraña, fea y unívoca que no pasaría la primera selección de American Idol. Su música y estilo es inconfundible y lo mejor son sus letras: grandes poemas, pequeños cuentos y fábulas comprimidos en una canción de pocos minutos.
Claro, cuando los juntaron, explotaron. Se maltrataron, se dieron duro y de todo ese tropel quedó uno de los mejores albumes de ambos: Enemigos íntimos. Hace poco se reconciliaron y cantaron juntos "Contigo" otra de esas canciones que pegan duro en el alma ("porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren"), pero quien sabe si vuelvan a grabar algo en conjunto y si lo hacen, sería difícil superar la calidad de esa pieza maestra fruto de la megalomanía, la antipatía y la mala leche.
Este poema... digo canción es una de las que más me gusta de ese trabajo.


Más guapa que cualquiera

Joaquin Sabina & Fito Paéz

Se llamaba Soledad y estaba sola
como un puerto maltratado por las olas,
coleccionaba mariposas tristes,
direcciones de calles que no existen.
Pero tuvo el antojo de jugar
a hacer conmigo una excepción
y, primero, nos fuimos a bailar
y, en mitad de un "te quiero" me olvidó.

De Esperanza no tenía más que el nombre
la que no esperaba nada de los hombres,
coleccionaba amores desgraciados,
soldaditos de plomo mutilados.
Pero quiso una noche comprobar
para qué sirve un corazón
y prendió un cigarrillo y otro más
como toda esperanza se esfumó.

Por eso, cuando el tiempo hace resumen
y los sueños parecen pesadillas,
regresa aquel perfume
de fotos amarillas.

Y, aunque sé que no era
las más guapa del mundo... juro que era
más guapa que cualquiera.
Se llamaba Inmaculada aquella puta
que curaba el sarampión de los reclutas,
coleccionaba nubes de verano,
velos de tul roídos por gusanos.
Pero quiso quererse enamorar
como una rubia del montón
y que yo la sacara de la
"calle de los besos sin amor"

Y, mil años después, cuando otros gatos
desordenan mis noches de locura,
evoco aquellos ratos
de torpes calenturas.
Y, aunque sé que no era
la más guapa del mundo, juro que era
más guapa, más guapa que cualquiera.




2 comentarios:

Camilo Jiménez dijo...

A mí el disco que hicieron juntos me gusta mucho también. Pero tan valioso como ese trabajo son los versos que se dedicaron uno al otro. ¿Quién demostró mayor gallardía? ¿O más ingenio? ¿Alguno de los dos ganó? Tengo mis ideas al respecto, así que invito al dueño del blog y a sus visitantes a decidir por sí mismos: http://www.joaquinsabina.net/2005/10/30/versos-entre-enemigos-intimos/

Samuel Andrés Arias dijo...

¡Qué manera tal elegante de mandar comer mierda a otro! "La gota que colma el vaso no me la trago".
Además de la creatividad de los dos queda en evidencia la honestidad y humildad de Sabina y la mala leche de Fito. Igual, la música que de los dos es una maravilla.